Análisis de PlayStation VR: un primer paso hacia el futuro de los videojuegos

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PlayStation VR

PlayStation VR llega como la alternativa de la realidad virtual para las masas. No es, desde luego, el mejor casco de realidad virtual, pero ofrece la experiencia más solida de todas las que hemos probado. Aunque su catalogo es limitado, sirve perfectamente para ver qué tal se desenvuelve Sony en su apuesta de llevar la realidad virtual a cada salón en el que haya una PS4.La industria del videojuego está cambiando. Del modelo generacional de consolas de sobremesa a las mejoras incrementales y el creciente interés, renovado, por el PC de alta prestaciones dedicados al juego, unido a la caída de los precios en algunos de sus componentes, ha replanteado algunas bases de la industria. El futuro del videojuego, por tanto, está más que asegurado para el corto plazo.

Sin embargo, el largo plazo para una industria que cada día atrae a millones de jugadores no está tan clara. No tanto por su asegurar su éxito, más bien por el cambio en las bases con las que el jugador se relaciona con medio: nuevas narrativas, nuevas formas de contar historias, mecánicas. Aun así, las formas de interacción con el medio, quitando algunas excepciones que han caído en desgracia, como Kinect, se han mantenido intactas, al menos para el grueso de los juegos.

Ahora estamos a las puertas de lo que la industria (y tímidamente algunos usuarios) está llamando el futuro de los videojuegos: un cambio en la forma de contar historias, pero más importante, un cambio en la forma en la que el jugador interactúa con el medio, la forma en la que siente el juego y hace partícipe al jugador: la realidad virtual.

Y no tanto por la disrupción de la tecnología: la realidad virtual lleva en el imaginario colectivo desde que en los 50s el escritor Stanley G. Weinbaum lo llevase como un dispositivo basado en gafas con la grabación holográfica de experiencias de ficción, incluyendo el olfato y el tacto. Ciencia ficción entonces, pero realidad hoy, al fin y al cabo. Podríamos decir que Weinbaum definió el concepto que es el que nos ocupa hoy: la primera referencia en la historia del que está llamado a ser el futuro de los videojuegos hoy de la misma forma que Virtual Boy lo estaba en 1995.

En ambos casos, pese a que se trata de un cambio en las bases del videojuego, de la interacción del jugador y de la forma en la que los mundos virtuales se convierten en reales, el desafío y el camino para alcanzar la excelencia (y a las masas) es todavía largo y escarpado, hablando de tecnología y no de dispositivos.

Sea como sea, la realidad virtual es un producto en introducción en un mercado, históricamente, de nicho, por mucho que los videojuegos sean la nueva moda. Si ya es especialmente duro competir en un mercado tan tamizado en títulos y tan competitivo en hardware, la llegada (y éxito) de la realidad virtual necesita un desembarco que vaya más allá del consumidor innovador, que ataque directamente a todo el colectivo: que entre por los ojos, nunca mejor dicho, al consumidor medio. A la masa, ir más allá de lo que fue Virtual Boy y desde luego de lo que han conseguido Oculus (contando también con Samsung) y HTC.

Y aquí es dónde entra PlayStation VR. Hablemos claro y desde el principio: PlayStation VR no es ni de lejos el mejor casco de realidad virtual que hemos probado. Pero tiene algo que el resto no tienen: es la mejor experiencia que hemos disfrutado desde la llegada de las primeras alternativas al mercado. Es, sin duda, el caso de Realidad Virtual para un mercado en el que, por precio y especificaciones, HTC y Oculus no pueden, a día de hoy, entrar. En pocas palabras, la realidad virtual para el resto de los jugadores. Y es que lo primero que llama la atención es que, pese a que en precio con todos los dispositivos que tienen que acompañar al casco de Sony más la suma de la PS4, no sea tan barata como parece, es la más sencilla de configurar y la más rápida de disfrutar un vez sacada de la caja. Sí, el lío de cables es monumental, pero en apenas 5 minutos tienes todo funcionando.

Y aquí es dónde reside la ventaja competitiva de Sony. La japonesa es muchas cosas, pero sobre todo (y más en los últimos años) es una compañía de videojuegos, y lo que saben hacer, lo hacen muy bien: el catálogo de lanzamiento es más que interesante y aunque la sensación final es que se tratan de minijuegos, la realidad es que son una buena muestra de lo que puede hacer el casco nada más sacarlo de la caja. Y una cuestión importante: llega justo a tiempo para las vacaciones de Navidad, por los que el timming, junto con el lanzamiento de su nueva consola, coloca a la compañía como la que mayor potencial tiene esta temporada para ocupar la lista de ventas en la industria.

Si nos centramos en el casco en sí, y teniendo en cuenta que es una apreciación personal, es uno los más atractivos del mercado. A pesar de que se trata del mismo plástico que el resto, se nota una construcción sólida y, lo más importante, es especialmente cómodo para largas sesiones de juego, al menos sin que el cuello se resienta demasiado (el mareo, es otra historia). Lo cierto es que el casco de Sony está pensado para que se vea atractivo puesto: sus formas son redondeadas y cómodas y su iluminación, lejos de ser un mero embellecedor, sirven para dar presencia al casco a la vez que el sistema los utiliza para trackear el movimiento del jugador.

"Aunque los gráficos distan mucho de lo que se suele ver en PlayStation, me esperaba algo peor. Lo cual me sorprende porque no pensaba que esto estuviese tan avanzado, aunque me gustaría saber cómo van a resolver el tema de que estar demasiado tiempo con las gafas puestas marea." - Una jugadora esporádica tras probar PSVR.

En la caja viene todo lo necesario para conectar el PSVR por 399 euros que vale el pack básico, excepto por un par de matices: como es lógico necesitamos un PS4 para conectarlo, además de tener que sumar al precio una PlayStation Camera (50 euros) no incluida pero obligatoria para usar el casco y los PlayStation Move (39'95€ cada uno) opcionales, pues se puede usar el DualShock 4 sin problemas. Sony dice que las intenciones detrás de ‘trocear’ los dispositivos compatibles con VR es que los algunos usuarios ya los habían comprado en el pasado, pero sin duda es un punto de partida para bajar el precio de la VR básica y hacerla más atractiva.

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El casco va unido a un cable que incluye entrada de 3,5mm para auriculares y controles de volumen y mute, que se conectan a un cable más largo y más pesado que desemboca en la caja que acompaña al casco y que hace de duplicador de señal HDMI y potencia para la consola. Este punto me ha parecido algo incómodo: el hecho de conectar los auriculares al cable de la VR añade peso al mismo y en según que juegos en los que hay que hacer desplazamiento de la cabeza constante, esto puede resultar un poco incómodo, por lo que hubiera sido más interesante colocar la entrada de auriculares directamente en el casco.

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La caja viene además acompañada con un disco demo que es, en términos de contenido, un despropósito con todas las letras en cuanto a la duración del mismo, pero sirve para hacerse una idea de las posibilidades. Lo interesante del asunto, y ahí es caballo ganador frente a las alternativas del PC, es que, al entrar dentro del ecosistema cerrado de Sony, encontrar contenido es muy sencillo: todos los juegos para PSVR están en una categoría especial dentro de la tienda, y todo está a dos toques de distancia. ¿Títulos? Hay unos cuantos disponibles para probar la realidad virtual, algunos como DriveClub a la altura de su homólogo sin realidad virtual, pero sin duda el plato fuerte llegará en el futuro con los nuevo títulos que todavía no están disponibles.

"Impresiona la sensación de poder girar en órbita pero los gráficos son mejorables". - Usuaria sobre EVE que prueba la realidad virtual por primera vez.

Aquí hay un matiz importante que no tiene tanto que ver con la resolución como por el desarrollo de la tecnología disponible en su balance precio/prestaciones: olvídate de ver los títulos de VR como ves los de tu PS4, de hecho, la calidad de los títulos está más cerca de los comienzos de PS4 que de los juegos actuales, pero no hay que olvidar que está corriendo en un PS4 que dobla la imagen para generar inmersión en la experiencia.

No obstante, el conjunto es lo que hace redondo a PlayStation VR para el usuario medio, puesto que en su contexto es el casco de realidad virtual más competente de su mercado: no tiene la mejor resolución, ni la mejor precisión. De hecho, a muchos de los juegos se les ve el cartón a la legua, pero sigue siendo una experiencia más que correcta y solvente, como digo, en su contexto: es la alternativa más barata en términos de especificaciones/precio, con un catálogo para todos los gustos y el sistema más sencillo de configurar. No es 4K, pero estamos seguro que es más que suficiente para una primera generación y para un público que va a adentrarse en el mundo de la realidad virtual a través de la comodidad que ofrece la consola.

"Las PlayStation VR son un buen primer modelo, pero están lejos de lo que esperamos encontrar con la realidad virtual." - Jugador habitual tras probar PSVR

Hay un factor en este extremo más que importante: no necesitas un salón gigante, y los juegos en su inmensa mayoría (al menos en lanzamiento) están preparados para jugar sentado delante de la TV, por lo que esto puede ser un plus muy interesante para aquellos que hayan visto en las versiones de PC una necesidad de espacio extra para poder mover la VR. Sí es cierto que algunos títulos son compatibles con el desplazamiento pero, siendo justos, la mayoría de los juegos a los que hemos jugado están pensados para estar sentados, aunque eso no quiere decir que el casco de Sony no saque el máximo provecho al movimiento de nuestra cabeza.

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VR, no apta para personas que se marean habitualmente

No obstante, esto tiene sus pros y sus contras: en los juegos en los que existe desplazamiento de la cabeza y hay mucho movimiento del avatar pero no del cuerpo, como por ejemplo EVE o DriveClub VR, el uso de la realidad virtual genera mareos constantes, por lo que también es una factor que, aquellos más dados a marearse con facilidad tienen que tener en cuenta. También es cierto que estos juegos en los que existe mucho desplazamiento la experiencia es mucho más espectacular, puesto que ayuda a disimular parte de la limitada resolución del casco y de los gráficos mediocres de algunos juegos, pero lo cierto es que es algo que pasa a todas las versiones de cascos de realidad virtual disponibles en el mercado.

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En este apartado se nota que Sony ha hecho todo lo posible para evitar estos mareos y malestares. Como decimos, el casco es especialmente cómodo y las diferentes formas de adaptarse a la cabeza (cinta trasera y altura de las gafas), unido a su relativo poco peso hacen que el cuello no se cargue en exceso. Además, pese a que la resolución del casco no sea la más alta de mercado, se nota que en PlayStation han trabajado para ofrecer una alta tasa de imágenes en el casco con una latencia muy baja por lo que no existe ningún tipo de desfase entre el movimiento de la cabeza y lo que vemos en la imágenes. Esto se consigue porque el casco va conectado a la consola en todo momento con un cable que, pese a que da relativa libertad de movimientos, nos recuerda en todo momento que esa libertad es relativa, pero lo cierto es que hay poco que aportar en un mercado en la experiencia inalámbrica para realidad virtual es todavía más utópica que los 1080p 60fps constantes en esta generación de consolas (guiño, guiño). Eso sí, aquí no tenemos aviso de que existe una pared o no estamos saliendo del área como en VIVE.

"He utilizado en más ocasiones gafas de realidad virtual, incluso he jugado a juegos de baja calidad. Me esperaba algo de mejor calidad, en cuanto a gráficos y experiencia, en un producto de Play Station. Pudiendo jugar en la televisión Full HD, no me las compraría". - Usuario habituado a la realidad virtual pero no experto en videojuegos

A cambio tenemos un casco ligero, que no se calienta y cede parte de su cerebro a la caja externa a la que va conectado, por lo que requiere de componentes extras para poner en marcha la experiencia: no es el casco el que trackea los movimientos del jugador, es la PlayStation Camera, colocada encima de la TV la que vigila al jugador y sabe en tiempo real, gracias a las luces de posición que adornar la PlayStation VR, a la barra de luz del DualShock y a la bola de los Move, la posición del jugador en todo momento, sus movimientos y la posición del mismo respecto a la TV.

El depender de una sola cámara para rastrear la posición y los movimientos del usuario en cada momento tiene su ventaja, que reduce el precio final del dispositivo y solo añade un cable más al ecosistema, pero también su desventaja principal: funciona excepcionalmente bien cuando estamos justo dentro del cuadro que marca la cámara como centro de la imagen pero pierde toda inmersión cuando algunos de los elementos salen de su vista, como cuando el usuario se agacha en London Heist o estira tanto el brazo que sale fuera de la vista de la cámara, sobre todo en salones pequeños en los que el espacio es limitado. En PC se ha solucionado añadiendo una cámara extra, pero en PS4 es una limitación a tener en cuenta para títulos del futuro que hagan uso de más movimiento.

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Catálogo: bien como experiencia, limitado en títulos de gran calado

Aquí es donde influyen los juegos: además de que es el sistema más sencillo de usar y más fácil de poner en marcha inicialmente, PlayStation VR ha llegado en lanzamiento acompañado de un buen número de títulos con sabor agridulce. Sí es cierto que muchas de las experiencias que acompañan el lanzamiento se quedan en eso, en experiencias, pero el conjunto es interesante para empezar en esto de la realidad virtual. PSVR Worlds es quizás el máximo exponente de esto último: junto con el casco se incluye una demo del mismo, además de que el juego completo está a precio reducido (~35 euros) e incluye títulos espectaculares como London Heist o la ya clásica demostración de Sony de Inmersión. ¿El problema? Quitando juegos como Scavengers Odyssey o Danger Ball que son más dinámicos, el resto se terminan (pese a que sabemos de antemano que son demostraciones más o menos largas) justo cuando empieza lo interesante. De hecho, Batman: Arkham VR es el mejor ejemplo de esto último: es intenso, espectacular, pero tan corto que termina abruptamente justo antes del clímax.

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¿Ha llegado demasiado pronto la realidad virtual? No lo sabemos, lo que si es cierto es que hay un especial interés por la tecnología, y desde luego la apuesta de Sony, de llegar a 40 millones de potenciales usuarios es, sin duda, la más ambiciosa que hemos visto de todas las disponibles en el mercado. ¿Tiene fallos? Absolutamente, pero no podemos olvidar que es la primera generación de un dispositivo cuya tecnología también es novedosa, sin olvidar tampoco que estamos moviendo títulos como EVE o DriveClub VR en en absoluta realidad virtual en la misma consola que no era capaz de mover el BF3 a más de 720p nativos con reescalado.

Lo que ha conseguido Sony con su casco de VR es una hazaña que puede sentar las bases del futuro de los videojuegos, pero no tal como está planteado a día de hoy. Junto con la revolución silenciosa que supone la VR, tiene que haber un cambio en la forma de contar historia, en la narrativa, y ahí estará el verdadero potencial de una tecnología que, a día de hoy, acaba limitándose a reproducir lo que hemos estado jugando hasta ahora a menor resolución y con mayor profundidad. Llegará sin duda la realidad virtual de las masas y PSVR puede ayudar a conseguirlo pero a día de hoy, y quitando la espectacularidad de las demos técnicas, se queda en intento que asombra más por su novedad que por dar una experiencia real y alternativa a lo que hemos tenido hasta ahora.

De los juegos de lanzamiento, hablaremos en otro momento, si me lo permiten.

playstation-vr-77.5¿Debes comprar hoy las PlayStation VR? Si eres un jugador ocasional, la respuesta corta es no, si tenemos en cuenta el catálogo y las posibilidades. La respuesta larga es que las PlayStation VR son la alternativa más interesante, tanto por precio como por experiencia, que puedes comprar hoy si estás interesando en la realidad virtual. Como decíamos al principio, no tienen la mejor resolución, pero ofrecen sin duda la experiencia más solvente del mercado. Un mercado primerizo al que le queda mucho camino por recorrer, y eso a día de hoy bien vale dar una oportunidad a PlayStation VR si entran dentro de tu presupuesto y eres un entusiasta de los videojuegos. - Precio - Facilidad de montaje y configuración. - Comodidad del casco. - Tasa de refresco- Resolución - Los auriculares incluidos son bastante pobres en calidad. - Catálogo de lanzamiento.



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