Cuando peor parecía que iban las cosas, cuando más se hablaba de que la inercia de Apple ya no es la de antaño y el iPhone estaba empezando a levantar el pie del acelerador sin una alternativa que se fortaleciese lo suficiente como para compensar, Apple ha presentado los resultados financieros del primer trimestre fiscal de 2017 con unos ingresos récord de 78.400 millones de dólares, los cuales le permiten volver a aumentar el ritmo de crecimiento que se vio muy decelerado hace un año, cuando se pasó de 75.000 a 76.000 millones de dólares de ingresos. Ahí se venía de un crecimiento disparatado, ya que en 2013 y en 2014 los ingresos fueron de 55.000 y 58.000 millones de dólares respectivamente.
Estas nuevas cifras obedecen en buena medida a los 78,3 millones de iPhone vendidos, lo cual también supone un alto crecimiento interanual. Las cifras en los cuatro trimestres equivalentes anteriores, desde 2013 hasta 2016, fueron de 47,8, 51, 74,5 y 74,8 millones. El iPhone 6s supuso un crecimiento muy discreto, mientras que el iPhone 7 y el SE han supuesto, sin llegar a las elevadísimas cotas anteriores de aumento, un nuevo empujón.
(En desarrollo)
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